jueves, 5 de junio de 2008

La vagina no se vuelve flácida con el uso

Existe un mito alrededor de este concepto. Los músculos de la vagina pueden atrofiarse por un parto, la edad o hasta el sobrepeso; pero siempre recuperan su forma. El hecho de que se tenga muchas relaciones sexuales no la distiente. Los músculos vaginales de una mujer virgen se encuentran más tensos, no porque estén “nuevos”, sino porque están atrofiados y les falta fortaleza. Igualmente, los de una mujer célibe suelen perder tono. Se necesitan ejercitar para darles mayor funcionalidad durante las relaciones, aumentar el placer sexual, facilitar los partos, evitar las hemorroides, disminuir el estrés en el perineo y hasta evitar la incontinencia urinaria.

Para ello se recomiendan los ejercicios de Kegel, ya que se pueden realizar en cualquier momento del día. Consisten en apretar los músculos pubbococígeos, los mismos que sostienes cuando se retiene la orina. De preferencia hay que hacerlo con la vejiga vacía, contrae los músculos, aguanta diez cuentas, suelta y repite diez veces. Trata de hacerlo tres veces al día, lo puedes hacer mientras realizas cualquier otra actividad.

Para verificar que lo haces correctamente, introduce un par de dedos por tu vagina y siente como los aprietas. Con el tiempo mejoraras tus relaciones sexuales y tu respuesta al momento del orgasmo.

Vía/ Pulsodigital

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