miércoles, 10 de septiembre de 2008

Dr. Mario José Molina Enríquez - El hijo pródigo ilustre

( Ciudad de México, 19 de marzo de 1943). Ingeniero químico mexicano y ex-estadounidense, Premio Nobel de Química en 1995.

Ha realizado diversas investigaciones en el ámbito de la química ambiental sobre el problema del ambiente. Molina decidió no limitar sus publicaciones a los medios científicos, sino ir más allá y usar otros medios de comunicación para alertar al público en general de sus descubrimientos e influir en las políticas públicas. Es por esto considerado como uno de los primeros científicos en alertar acerca del peligro que representan para la capa de ozono los clorofluorocarbonos empleados en aerosoles, tanto industriales como domésticos.

En 1995 recibió el Premio Nobel de Química por sus trabajos conjuntos sobre la química de la atmósfera, especialmente sobre la formación y descomposición del ozono.

O mejor dicho en su Autobiografía:

"Desarrollé "la teoría de reducción de CFC-ozono." Al principio la investigación no pareció ser en particular interesante - realicé una búsqueda sistemática de procesos que podrían destruir el CFC´s en la atmósfera inferior, pero nada pareció afectarlos. Sabíamos, sin embargo, que ellos irían a la deriva finalmente a altitudes suficientemente altas para ser destruidas por la radiación solar. La pregunta no era sólo lo que los destruye, si cuales son las consecuencias. Comprendimos que los átomos de cloro producidos por la descomposición de la catálisis de CFC destruye podía destruir el ozono. Nos hicimos totalmente conscientes de la seriedad del problema cuando comparamos las cantidades industriales de CFCs con las cantidades de óxidos de nitrógeno que controlan los niveles de ozono; el papel de estos catalizadores de origen natural había sido establecido unos años antes por Paul Crutzen. Fuimos alarmados en la posibilidad que la liberación continuada de CFCs en la atmósfera causaría una reducción significativa de la capa de ozono estratosférica de la Tierra. Sherry {Professor F. Sherwood (Sherry) Rowland} y yo decidimos intercambiar información con la comunidad de ciencias atmosférica: fuimos a Berkeley para consultar con el Profesor Harold Johnston, cuyo trabajo en el impacto de la liberación de óxidos de nitrógeno de avión de transporte supersónico (SST) propuesto en la capa de ozono estratosférica era conocido por nosotros. Johnston nos informó que meses antes Ralph Cicerone y Richard Stolarski habían llegado a conclusiones similares acerca de las propiedades catalíticas de átomos de cloro en la estratosfera, en relación a la liberación del cloruro de hidrógeno de erupciones volcánicas o combustible de amonio perclorado planeado para el transbordador espacial"...

El nació mexicano, adquirió la nacionalidad estadounidense y en el mandato de Zedillo volvió a ser mexicano (legalmente) cuando se le entregó su "Carta de Declaratoria de Nacionalidad Mexicana por Nacimiento" el 4 de junio de 1998. Aquí un fragmento:

Es muy satisfactorio que esté con nosotros el doctor Mario Molina Enríquez, Premio Nobel de Química 1995. El no lo dijo en su discurso, de acuerdo a su ya muy reconocida modestia, a quien en ese año de 1995, en ocasión de un homenaje que se le rindió en México, le dije que sería motivo de enorme alegría que él fuera el primero en recibir su Declaratoria de Nacionalidad Mexicana. Palabra cumplida, doctor Molina.

Los felicito a todos ustedes porque estos documentos que han recibido les devuelven, desde un punto de vista legal, algo que cada uno ha conservado intacto en el fondo de su corazón, a veces por muchos años: la voluntad de ser mexicanos. Les devuelven también los derechos que conlleva nuestra nacionalidad.
No solamente hay que felicitarlos a ustedes, debemos también felicitarnos todos los mexicanos, porque estas declaraciones que se les han entregado nos devuelven, en ustedes, una parte muy importante de nuestra mayor riqueza, que son nuestros hombres y mujeres. Los recibimos con una abrazo fraternal. Discurso completo.

¿Vende patria? ¿Malinchista? ¿Pródigo y/o prodigio? Ahora sí, como lo dijo el barbón Karl Marx: Los trabajadores no tienen patria. ¿O sí?.

Fuente: Wikipedia, Autobiografía

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