¿Quién no ha visto alguna vez un ataque de ansiedad en su vida? La persona empieza a respirar muy rápidamente, se siente cada vez peor, suda, tiembla, comienza a perder el equilibrio… Y todo eso le lleva a respirar aún más rápido lo que le lleva a empeorar aún más su situación y es la pescadilla que se muerde la cola. Pero gracias a una simple bolsa (da igual que sea de plástico o de cartón) podemos cortar de raíz el problema y hacer que la persona se sienta mucho mejor en poco tiempo. Cuando ella hiperventila está eliminando más CO2 del que debería, lo que lleva a que el pH de la sangre sea más alto de lo normal (alcalosis) y es lo que provoca esa sintomatología. Si nosotros, previo aviso para que no se piense que la vamos a asfixiar, le colocamos una bolsa (aconsejablemente pequeña) sobre la boca y la nariz para que respire a través de ella, solucionaremos su problema rápidamente.
¿La razón? Como me imagino que sabes, consumimos O2 y expulsamos CO2. Si aplicamos a una persona una bolsa donde el espacio es muy limitado para respirar, el C02 se irá acumulando progresivamente en la bolsa. Como a ella lo que le sucede es que tiene menos C02 de la cuenta, si va respirando de la bolsa cada vez respirará más de este gas. Por lo que el nivel en sangre de C02 se irán equilibrando poco a poco y los síntomas irán desapareciendo. Por Chuchesuma
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