Todos la utilizamos alguna vez para designar a alguien que tiene nuestro mismo nombre.
Su origen nos lleva a la Roma de los patricios, a la Roma rica y a la fórmula que utilizaban éstos para contraer matrimonio. Cuando la comitiva nupcial llegaba a la puerta del futuro marido, el hombre le reguntaba a la que sería su futura esposa:
- ¿Quién eres tú?
Y ella respondía con la siguiente frase sacramental:
- "Ubi tu Cayus, ibi ego Caya" (Donde tu seas llamado Cayo, a mí me llamarán Caya)
Esta frase significaba que allí donde yo esté, seré igual que tú...
Su origen nos lleva a la Roma de los patricios, a la Roma rica y a la fórmula que utilizaban éstos para contraer matrimonio. Cuando la comitiva nupcial llegaba a la puerta del futuro marido, el hombre le reguntaba a la que sería su futura esposa:
- ¿Quién eres tú?
Y ella respondía con la siguiente frase sacramental:
- "Ubi tu Cayus, ibi ego Caya" (Donde tu seas llamado Cayo, a mí me llamarán Caya)
Esta frase significaba que allí donde yo esté, seré igual que tú...
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