domingo, 7 de septiembre de 2008

Hecho, teoría, hipótesis, ley

La evolución sólo es una teoría.

El problema es la definición de la palabra. Teoría no tiene el mismo significado en el lenguaje coloquial que en el científico. Esto ha sido utilizado durante mucho tiempo por aquellos que creen en un ser cósmico todopoderoso (de distintas denominaciones) y que la ciencia es la cosa esa que no concuerda con nuestros cuentos, y no son los únicos que lo han hecho y lo siguen haciendo, pero sí los más notables.

Vamos a ver si podemos repasar unos cuantos conceptos que, a estas alturas de la civilización, deberían ser básicos. Y de paso le volvemos a echar un ojo a algunos engranajes del funcionamiento de la ciencia.

Hecho

Esta palabra tiene definiciones similares tanto en el entorno coloquial como en el científico. Un hecho científico, de acuerdo a la definición de la National Academy of Sciences (NAS) es “una observación que ha sido confirmada repetidamente y que para todo propósito práctico es considerada ‘cierta’.”.

Sin embargo, recuerden: la verdad, en la ciencia, nunca es final. Lo que hoy es un hecho puede ser modificado o incluso desechado mañana.

Teoría

En el hablar coloquial, normalmente una teoría implica la falta de datos que la respalden. En la vida cotidiana, comenzar una frase con “Mi teoría es…” equivale a “Supongo que…”, “Podría especularse que…” o “Creo, pero no puedo demostrar, que…”. Como se puede ver, decir que la evolución es sólo una teoría e igualar su significado con el que tendría en el hablar coloquial es darle completamente la vuelta a lo que realmente quiere decir esa frase. Porque teoría, de nuevo según la definición de la NAS, es “una explicación bien respaldada de ciertos aspectos del mundo natural que puede incorporar hechos, leyes, inferencias e hipótesis probadas.” Como se puede ver, todo lo contrario.

Hipótesis

La validez de las teorías científicas no se determina únicamente por su habilidad para adaptarse y explicar nuevos hechos. También se prueban constantemente. Aquí es donde entran en juego las hipótesis. Una hipótesis es “una suposición sobre el mundo natural que lleva a deducciones que se pueden probar.” Estas pruebas pueden realizarse mediante experimentación directa o mediante la creación de predicciones sobre hechos que aún no han sido observados y que se comprobarán más adelante. Este segundo proceso juega un rol importante en campos como la astronomía o la geología, donde la manipulación experimental directa es difícil y, en muchos casos, imposible. Si las deducciones se verifican, la hipótesis es corroborada provisionalmente. Si son incorrectas, la hipótesis original es por lo tanto falsa y debe ser modificada o desechada.

Ley

Otro caso en los que el hablar coloquial y el científico se dan la espalda. En la lengua común, una ley es prescriptiva: dicta qué comportamientos debe tener una persona y cuáles deben ser evitados. Una señal de tráfico, por ejemplo, intenta modificar el comportamiento de un conductor. Por contra, en el terreno científico las leyes son descriptivas: es una generalización sobre el comportamiento del mundo bajo unas condiciones específicas. En ciencia, una ley describe y predice qué ocurrirá en un determinado entorno bajo unas ciertas premisas.

Conclusión

Hemos visto que los conceptos básicos en ciencia no siempre tienen el mismo significado en el lenguaje que empleamos día a día. Cuando algo en ciencia es una teoría, significa que es una explicación sobre el mundo que ha sido contrastada mediante pruebas y sobre la que se sigue trabajando en base a hipótesis que tienen, a su vez, que ser probadas.

La próxima vez que lean una tontería del calibre del que abre este artículo, no se queden callados. Recuerden:

La evolución ya es una teoría.

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