Makoto Kobayashi, izquierda, y Toshihide Maskawa, ambos de Japón, y Yoichiro Nambu, Estadounidense.
Es que después del Big Bang, hace unos 14.000 millones de años, se formaron cantidades prácticamente iguales de materia y antimateria. Pero, por alguna razón, esas partículas con características exactamente opuestas no se aniquilaron entre sí. Con su trabajo, los tres premiados describieron las partículas más pequeñas que conforman la naturaleza y el orden natural, con lo que contribuyeron decididamente al "modelo estándar" que los físicos modernos utilizan para explicar el cosmos. Así como el descubrimiento del electrón dio origen a toda la electrónica que utilizamos a diario, la comprensión de la forma en que se relacionan entre sí estas subparticulas podrían originar las tecnologías que hagan funcionar el mundo dentro de 20 o 30 años.
Premio Nobel de Medicina
El Premio Nobel de Medicina fue otorgado al alemán Harald zur Hausen y a los franceses Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier, por sus descubrimientos sobre los virus del sida y del cáncer cervical.
De los tres, quizás el más conocido para los profanos sea Luc Montagnier, ya que su desempeño siempre ha sido más “mediático” que el de sus colegas. Pero el trabajo de los tres ha sido el pilar sobre el que se han basado años de investigaciones en todo el mundo, que han dado como fruto varias terapias contra el SIDA y tratamientos para el cáncer. De hecho, en sus orígenes el HIV mataba a los infectados casi siempre en los 4 o 5 años posteriores a la infección, mientras que en la actualidad esta esperanza de sobrevida se ha extendido tanto que algunos especialistas ya la consideran una “enfermedad crónica” en lugar de una sentencia de muerte.
Osamu Shimomura, Japones, Roger Tsien y Martin Chalfie, ambos Americanos
Premio Nobel de Química
También son tres los investigadores galardonados con el Nobel de Química. En este caso, el jurado ha seleccionado al neurobiólogo japonés Osamu Shimomura, de 80 años, y los estadounidenses Martin Chalfie, (un neurobiólogo de la Universidad de Columbia), de 61 años, y al biólogo Roger Tsien, de 56 años. El trabajo de estos científicos se relaciona con las proteínas que proporcionan a algunas medusas su particular todo verdoso fluorescente cuando son iluminadas con rayos ultravioletas.
Esta proteína verde fluorescente observada por primera vez en las medusas, lejos de ser solo una curiosidad para los biólogos, se ha convertido en un a herramienta clave en la medicina contemporáneas. La Proteína Fluorescente Verde (GFP, por sus siglas en inglés) permite a los investigadores hacer visibles una serie de procesos que antes eran completamente inobservables, como el desarrollo de células nerviosas en el cerebro o la propagación de las células cancerígenas en diferentes tejidos. Esto ha permitido una serie de desarrollos importantes, como la observación del deterioro de las células en los pacientes de Alzheimer. Este hallazgo le insumió a Shimomura 20 años de su vida. 30 años más tarde, Roger y Martin comenzaron a aplicar la GFP para hacer visibles partes y procesos dentro de los organismos vivos.
Los demás premios no vienen al caso, aunque no por eso menosprecio la Literatura.
Fuente: Revista digital Neoteo
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