miércoles, 9 de abril de 2008

Que PDF con tu vida

No sé si les habrá pásado por lo menos una vez en la vida, o en la carrera (lo uqe suceda primero):

- Has hecho la mejor presentación del semestre para un miserable reporte de práctica y a la hora de imprimir: SE DESCONFIGURA y no sale como tu lo hiciste.

- Te has rifado unas megagráficas de la ley de los gases y a la hora de imprimir, la mugre gráfica se mueve y no sale un fragmento.

- Has pasado toda la noche arreglando los apuntes que tienes que entregar al día siguiente y ¡oh sorpresa! al imprimir resulta que dió "saltos de página" y te salen impresiones incompletas.

Si te ha pasado algo de esto, puede ser dos cosas:

1.- O el del ciber no sabe configurar una impresora

2.- O no has utilizado el formato PDF;

Lo mas probable es que conoces el formato PDF, pero no puedes utilzarlo ya sea porque que no tienes los $499 dolares necesarios para comprar el Adobe Acrobat Professional (el programa "oficial" de la compañía adobe que crea documentos pdf) o por falta de información ya que hay programas GRATIS (NO piratas) que pueden convertir documentos de texto a formato PDF.

Un archivo PDF contiene toda la información necesaria para presentar un documento en la pantalla o en una página impresa, y para que sea idéntico en cualquier plataforma de computación, sin tener en cuenta los paquetes de software usados para crearlo y/o presentarlo.



¿Cómo? ¿Qué no saben qué es un PDF?

Tenemos la necesidad de comunicarnos mediante documentos (cartas, informes, manuales, ilustraciones, planillas de cálculo, tablas, boletines o publicaciones, más una interminable lista de etcéteras).

Si tanto el usuario como su destinatario tienen el mismo programa (y la misma versión) en que fueron creados, no tendremos mayores problemas, ¿pero cómo estar seguros? ¿y si el receptor tiene una versión antigua? ¿y si tiene un sistema operativo diferente? ¿y si…?

Es aquí donde entra PDF

Creado en 1993 por Adobe, para facilitar el intercambio de información, el Portable Document Format (PDF) es un formato que permite “encapsular” casi cualquier tipo documento, tal como si lo estuviéramos plastificando. Una vez creado el destinatario podrá leerlo usando Acrobat Reader o cualquier visor alternativo, los que son de distribución gratuita y cubren una gran variedad de sistemas.

El problema está cuando no tenemos el programa de conversión, entonces es cuando los desarrolladores vienen al rescate, proporcionándonos una variedad de alternativas gratuitas para la creación de archivos en formato PDF.

Daremos un vistazo por las opciones más populares de la red, con sus ventajas y desventajas a la hora de transformar nuestros documentos.

OpenOffice: Sin intermediarios

OpenOffice, es la suite de oficina alternativa a Microsoft Office que posee la gran mayoría de sus funciones, y además es totalmente gratuita.

Una de las características más prominentes de esta suite, es que crea directamente versiones PDF de sus archivos.



Cualquier documento realizado con OpenOffice, pueden ser convertido al formato de Adobe con sólo pulsar un botón en la barra de herramientas, e incluso aquellos que fueron creados con Office de Microsoft son compatibles..

Excepcionalmente podemos tener algún problema con ciertos documentos complejos de Word, aun en este caso tenemos algunas soluciones que no sólo nos proveerán el formato PDF desde Microsoft Office, sino desde virtualmente cualquier aplicación.

La magia de las Impresoras Virtuales

Cuando instalamos Adobe Acrobat, en realidad no es esta aplicación la que hace los archivos PDF, sino la “impresora virtual”, llamada Acrobat Distiller. El sistema es muy ingenioso, ya que así podemos suplantar la función de impresión de cualquier programa pero, en vez de obtener los resultados en papel, los conseguimos en bytes.

Siguiendo el mismo esquema, un recorrido por la Web nos ofrecerá múltiples aplicaciones que trabajan de la misma manera, muchas de ellas gratuitas pero exhibiendo avisos o promoviendo de forma poco respetuosa (por no decir grosera), otros productos de pago.

Ahora, una selección de los mejores cuatro programas del ramo que, adicionalmente, están libres de cualquier publicidad intrusiva:

CutePDF: La mejor opción es sin opciones

¿Quieres ? Entonces CutePDF es un programa que convertir documentos a formato PDF en forma rápida y sin complicaciones. Con apenas 1.54 MB, su instalador es el más ligero, dándonos una impresora virtual que cumple su labor sin preguntas: das un nombre, una ubicación al archivo final y … PDF al instante.



Pero para funcionar requiere el motor de conversión libre a PDF GhostScript, cuyos 5 MB podrás descargar también desde el sitio Web oficial de la empresa.

PrimoPDF: Opciones al mínimo

A pesar de su voluminoso instalador de 14.2 MB, se trata de una solución integral, pues no hay que realizar otras configuraciones o agregar más software.

PrimoPDF mantiene la sencillez del anterior junto con algunas opciones mínimas, como ofrecernos optimizar el documento para lectura en pantalla, para impresión o para llevar en dispositivos portátiles, al igual que agregar una contraseña de apertura para mayor seguridad.



De hecho, su constitución es muy similar a la de Distiller, así que quienes hayan trabajado con el software de Adobe se sentirán como en casa.

PDFCreator: Opciones al máximo

Para quienes los programas gratis pero no libres (como especifica Richard Stallman) no son una opción, PDFCreator es la solución.

Licenciado bajo los términos de la GPL, esta impresora virtual contiene una cantidad impresionante de funciones, incluyendo su propio monitor de impresión, auto-guardado, selección de tipografías, directorios pre-seleccionados, marca de agua, integración con Windows y muchas otras que aún estoy decidiendo bajo qué configuración estelar tendría ocasión de ocupar.



Otra ventaja de PDFCreator es que nos da la posibilidad de instarlo como impresora de red, lo que será muy útil en entornos compartidos como laboratorios o redes caseras, pero… también requiere instalar GhostScript previamente.

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